Bush asegura que se siente muy satisfecho con algunas de las decisiones que tenían que ver con su mandato. Asegura, por ejemplo, que las torturas de Guantánamo o, como el mismo las llama, "técnicas de interrogación avanzadas", ayudaron a evitar ataques terroristas y salvaron vidas. Además, defiende los temas más controvertidos de su mandato, como son Irak, Afganistán, huracán Katrina, la debacle de Wall Street, entre otras. Asegura haber ordenado un ataque contra instalaciones nucleares iraníes y se planteó atacar a Siria.
Finalizando, Bush se describe como un hombre honesto, sencillo, cálido, entrañable y extraordinariamente humano.
En fin, está claro que este tío no tiene abuela, pero claro, ¿qué se puede esperar de un hombre que, a mi entender, tiene una personalidad tan ególatra y narcisista?.
Para bien o para mal, este expresidente será recordado por cosas positivas para unos y por cagadas, como el fantasma de las armas de destrucción masiva, para otros, pero Bush, hijo mio, si aceptas un consejillo: háztelo mirar, que una curita de humildad de vez en cuando no te vendría nada mal.
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